JEAN PIAGET
Jean William Fritz Piaget (Neuchâtel, 9 de agosto
de 1896-Ginebra, 16 de septiembre de 1980) fue un epistemólogo y biólogo suizo,
considerado el padre de la epistemología genética (relativa a la generación de
nuevos conocimientos fruto del desarrollo de estructuras y a partir de
mecanismos funcionales que se mantienen a lo largo de todo ese desarrollo),
reconocido por sus aportes al estudio de la infancia y por su teoría
constructivista del desarrollo de la inteligencia, a partir de una propuesta
evolutiva de interacción entre sujeto y objeto.
TEORÍA
Sus principales influencias, además de los de
Alfred Binet, fueron los de James Mark Baldwin, de quien toma las nociones de
adaptación por asimilación y acomodación en circularidad (circularidad puede
entenderse como realimentación). A través de Baldwin le llega el influjo de la
filosofía evolutiva de Spencer, filosofía directamente imbuida de la teoría de
Darwin. Piaget emprendió así su teorización y logra sus descubrimientos
teniendo una perspectiva que es al mismo tiempo biológica, lógica y
psicológica, reuniéndose en una nueva epistemología. Es por ello que nos habla
de una epistemología genética, entendiendo aquí la epistemología, no como la
rama de la filosofía que estudia a la ciencia, sino como la investigación de
las capacidades cognitivas (de un modo absolutamente empírico, lo que le
diferencia también de la Gnoseología). En cuanto al uso del concepto genética,
este no se refiere tanto al campo de la biología que estudia los genes, sino a la
investigación de la génesis del pensar en el humano, aunque ciertamente Piaget
reconoce que tal génesis del pensar tiene en gran proporción (aunque de ningún
modo totalmente) patrones o patterns que derivan de los genes. Sin embargo, y
es uno de los grandes descubrimientos de Piaget, el pensar se despliega desde
una base genética solo mediante estímulos socioculturales, así como el pensar
se configura por la información que el sujeto va recibiendo, información que el
sujeto aprende siempre de un modo activo por más inconsciente y pasivo que
parezca el procesamiento de la información.
Publicó varios estudios sobre psicología infantil e
inicialmente partió en la detallada observación del crecimiento de sus hijos,
elaboró hipótesis de la inteligencia sensoriomotriz que describe el desarrollo
casi espontáneo de una inteligencia práctica que se sustenta en la acción
(praxis —en plural, praxia—). Posteriormente realizó múltiples investigaciones
para seguir construyendo y ampliando su teoría.
Piaget sostiene en su teoría sobre el desarrollo
cognitivo infantil que los principios de la lógica comienzan a instalarse antes
de la adquisición del lenguaje, generándose a través de la actividad sensorial
y motriz del bebé en interacción e interrelación con el medio, especialmente
con el medio sociocultural (a esto último, a partir de la psicología
vygotskiana se suele denominar mediación cultural).
En La psicología de la inteligencia (1947) Piaget
recopila las clases impartidas en el Collège de France durante el año 1942, resumiendo
allí sus investigaciones psicogenéticas de la inteligencia; en tal obra Piaget
postula que la lógica es la base del pensamiento; y que en consecuencia la
inteligencia es un término genérico para designar al conjunto de operaciones
lógicas para las que está capacitado el ser humano, yendo desde la percepción,
las operaciones de clasificación, substitución, abstracción, etc., hasta —por
lo menos— el cálculo proporcional.
Jean Piaget trabajó con el matemático sudafricano
Seymour Papert en la Universidad de Ginebra desde 1959 hasta 1963.
Piaget demuestra que existen diferencias
cualitativas entre el pensar infantil y el pensar adulto, más aún: existen
diferencias cualitativas en diferentes momentos o etapas de la infancia (lo
cual no implica que no haya en la sociedad humana actual una multitud de
adultos cronológicos que mantienen una edad mental pueril, explicable por el
efecto del medio social).
Entonces surgió la teoría Constructivista del
aprendizaje, de su autoría.
Por tal demostración, Piaget hace notar que la
capacidad cognitiva y la inteligencia se encuentran estrechamente ligadas al
medio social y físico. Así considera Piaget que los dos procesos que
caracterizan a la evolución y adaptación del psiquismo humano son los de la
asimilación y acomodación. Ambas son capacidades innatas que por factores
genéticos (quizás del tipo homeostasis) se van desplegando ante determinados
estímulos en muy determinadas etapas o estadios del desarrollo, en muy precisos
períodos etarios (o para decirlo más simplemente: en determinadas edades
sucesivas).
Asimilación
El proceso de asimilación consiste en la
interiorización o internalización de un objeto o un evento a una estructura
comportamental y cognitiva preestablecida. Por ejemplo, el niño utiliza un
objeto para efectuar una actividad que preexiste en su repertorio motor o para
decodificar un nuevo evento basándose en experiencias y elementos que ya le
eran conocidos (por ejemplo: un bebé que aferra un objeto nuevo y lo lleva a su
boca, —el aferrar y llevar a la boca son actividades prácticamente innatas que
ahora son utilizadas para un nuevo objetivo—). Así pues, el niño lleva a cabo
procesos de asimilación cuando aprende a aplicar esquemas preexistentes a
nuevos objetos o situaciones.
La asimilación es el proceso a través del cual las
personas comprenden y experimentan en términos de su etapa actual del
desarrollo cognoscitivo y forma de pensamiento. La asimilación se da, entonces,
cuando se actúa sobre un estímulo o evento, que se percibe y se comprende de acuerdo
con los patrones existentes de pensamiento. Por ejemplo, un infante que trata
de succionar cualquier juguete en la misma forma está asimilando los objetos a
su esquema existente de succión. De forma similar, un niño que ve por primera
vez una ardilla voladora en el zoológico y la llama "pájaro", está
asimilando la ardilla a su esquema existente de pájaro. También al intercambiar
experiencias con los otros seres que estén en su entorno.
Acomodación
La acomodación o ajuste es un concepto psicológico
introducido por Jean Piaget. Es, junto con la asimilación, uno de los dos
procesos básicos para este autor en el proceso de desarrollo cognitivo del
niño.
Por acomodación se entiende el proceso mediante el cual el sujeto modifica sus esquemas (estructuras cognitivas) para poder incorporar a esa estructura cognoscitiva nuevos objetos. Esto puede lograrse a partir de la creación de un nuevo esquema, o la modificación de un esquema ya existente para que el nuevo estímulo pueda ingresar en él. Por esta razón, suele considerarse este mecanismo como un cambio cualitativo en el esquema. A partir de estos procedimientos, que Piaget denomina funciones cognitivas, se establece el proceso de adaptación y equilibrio cognitivo entre esquema y medio del organismo.
La acomodación consiste en la modificación de la
estructura cognitiva o del esquema comportamental para acoger nuevos objetos y
eventos que hasta el momento eran desconocidos para el niño (en el caso ya dado
como ejemplo, si el objeto es difícil de aferrar, el bebé deberá, por ejemplo,
modificar los modos de aprehensión).
Ambos procesos (asimilación y acomodación) se
alternan dialécticamente en la constante búsqueda de equilibrio (homeostasis)
para intentar el control del mundo externo (con el fin primario de sobrevivir).
Ambos serían pues subprocesos de un proceso general de adaptación al entorno.
Cuando una nueva información no resulta
inmediatamente interpretable basándose en los esquemas preexistentes, el sujeto
entra en un momento de crisis y busca encontrar nuevamente el equilibrio (por
esto en la epistemología genética de Piaget se habla de un equilibrio
fluctuante), para esto se producen modificaciones en los esquemas cognitivos
del niño, incorporándose así las nuevas experiencias.
Como se mencionó, este tipo de equilibrio no es
estático, siendo un problema para el desarrollo (Piaget; 1975); al buscar la
coherencia en cuanto al nuevo conocimiento o información (dicha crisis) pueden
ocurrir tres diferentes procesos; desequilibración, reequilibración y Equilibración,
destacando que aun la Equilibración no es neutral y puede pasar a las otras
dos, dependiendo del pensamiento y las necesidades del sujeto para entender la
realidad. Esto permite entender que el reequilibrio y el desequilibrio juegan
un papel importante; lograr las compensaciones de la perturbación responsable
del desequilibrio que motive la investigación y la construcción que
caracterizan a la maximización, siendo un devenir continuo y un papel funcional
de primera importancia. Es entonces que del error el sujeto puede, entre otras
cosas, lograr el desequilibrio y reequilibrio para continuar con la
construcción del conocimiento.
LAS ETAPAS
DEL DESARROLLO COGNITIVO
Jean Piaget introduce los Procesos Mentales del
niño. A través de sus investigaciones pretende saber cómo piensa, en qué
aspectos se diferencia del adulto. Esto lo consigue explicar en los diferentes
estadios o periodos por los que atraviesa el niño, y en los que según este
autor, se desarrolla física y mentalmente.
Piaget descartó la idea de que la evolución del
pensamiento y el desarrollo cognoscitivo fuese un proceso continuo o
simplemente lineal, describiendo en cambio períodos o estadios en los que se
configuran determinados esquemas característicos y en los que se generan las
condiciones para que se produzca el salto al próximo estadio, caracterizado de
una nueva manera y por nuevos esquemas. En algunos estadios prevalece la
«asimilación», en otros la «acomodación». Definió esencialmente una secuencia
de cuatro grandes estadios o períodos, que a su vez se dividen en subestadios.
Los estadios se suceden, de acuerdo a la «epistemología genésica» piagetiana de
modo tal que en cada uno de ellos se generan (a eso se refiere aquí el término
«genético») las condiciones cognoscitivas a nivel del pensamiento para que
pueda aparecer el estadio siguiente.
1. Período Sensoriomotor o Sensoriomotriz
Esta etapa abarca de los 0 a los 2 años. En tal estadio el niño usa sus sentidos (que están en pleno desarrollo) y las habilidades motrices para conocer aquello que le circunda, confiándose inicialmente a sus reflejos y, más adelante, a la combinatoria de sus capacidades sensoriales y motrices. Aparecen los primeros conocimientos y se prepara para luego poder pensar con imágenes y conceptos.
Los niños construyen su comprensión del mundo a
través de la coordinación de sus experiencias sensoriales (como la visión y la
audición) con las acciones físicas y motrices. Comienzan a poner en uso ciertas
funciones cognitivas como la memoria y el pensamiento. Se sirven de la
imitación para ampliar su repertorio conductual.4
Este período de la inteligencia sensorio-motriz
puede subdividirse a su vez en otros seis subestadios o subetapas. La secuencia
de los estadios es la regularidad más importante para Piaget, no así la edad
precisa de su aparición:
·
Uso de los reflejos
Esta etapa se desarrolla desde el nacimiento y se
trata de la actividad principal del primer mes de vida, caracterizado por el
ejercicio de actos reflejos que obedecen a tendencias instintivas destinadas a
la satisfacción de necesidades elementales (la nutrición por ejemplo)
relacionadas con determinados reflejos (el reflejo de succión).
·
Reacciones circulares
primarias
Este estadio se desarrolla aproximadamente desde 1
mes a 4 meses y medio de vida. Se caracteriza por la reiteración voluntaria de
una actividad que ha proporcionado placer. Se dice entonces que el ser humano
desarrolla «reacciones circulares primarias», esto es, reitera acciones
casuales que primariamente fueron placenteras. Un ejemplo típico es la succión
del propio dedo, o de otras partes del cuerpo como sustituto de la succión del
pezón. Se denomina primaria porque están centradas en el propio cuerpo. Cabe
señalar aquí, que el reflejo de succión del propio dedo ya existe en la vida
intrauterina.
·
Reacciones circulares
secundarias
Entre el cuarto mes y medio de vida y
aproximadamente los 4 a 8 meses, principalmente gracias a la aparición de la
capacidad de coordinar los movimientos de las extremidades con los de los
globos oculares, el infante puede realizar una prensión dirigida de los objetos
(«supervisada» visualmente), con lo que su comportamiento puede ahora
orientarse hacia el ambiente externo, buscando aprender o mover objetos de
manera dirigida, observando los resultados de sus acciones. Así, por ejemplo,
puede repetir un esquema para reproducir un determinado sonido y obtener
nuevamente la gratificación que le provoca. Sobre la base de estas reacciones
circulares secundarias se instalan los primeros hábitos motores y se
estructuran percepciones mejor estructuradas.
Se inicia el concepto de causalidad mágica
fenoménica por el que se establece una relación de causa y efecto entre hechos
que se suceden a la vez. Por ejemplo, si el niño mueve la mano y se enciende
una luz en ese momento, el niño repetirá esa acción para que se vuelva a
producir, ya que pensará que su acción produce ese efecto.
·
Coordinación de esquemas
secundarios
Se denomina así al estadio entre los 8 o 9 meses y
los 11 o 12 meses caracterizado por la coordinación de los esquemas
sensomotores secundarios con el objeto de su generalización y aplicación a
situaciones nuevas.
·
Reacciones circulares
terciarias
Ocurren entre los 13 y los 17 meses de vida. Consisten en el mismo proceso descrito anteriormente aunque con importantes variaciones, siendo la principal de ellas el utilizar nuevos medios para conseguir un objetivo que ya le es conocido. Por ejemplo, tomar un objeto y utilizarlo para alcanzar a tocar diversas superficies. Es en este momento que el infante comienza a tener noción de la permanencia de los objetos. Antes de este momento, si el objeto no está en el campo alcanzable por sus sentidos, para él, literalmente, el objeto "no existe".
·
Aparición incipiente del
pensamiento simbólico
Tras los 18 meses el niño está ya potencialmente
capacitado para anticipar los efectos simples de las acciones que está
realizando, o ya puede realizar una rudimentaria descripción de algunas
acciones diferidas u objetos no presentes pero que ha percibido. Está también
capacitado para efectuar secuencias de acciones con propósito definido tales
como utilizar un objeto para abrir una puerta, utilizar a modo de «herramienta»
un palo para atraer hacia sí un objeto que está fuera de su alcance. Comienzan,
además, los primeros juegos simbólicos, es decir, los que proponen una
situación imaginada, del tipo «hacer como si...» o «jugar a que...».
2. Estadio Preoperatorio o Preoperacional
El estadio preoperatorio o preoperacional es el
segundo de los cuatro estadios. Sigue al estadio sensoriomotor y tiene lugar
aproximadamente entre los dos y los siete años de edad.
Esta etapa está marcada por el egocentrismo, es una
etapa basada en el mí, mío y yo. Piaget afirmaba que en esta etapa, los niños
aún muestran aspectos inmaduros. Un claro ejemplo de ello puede verse en la
práctica de la conservación. Según Piaget, la conservación es la capacidad que
tiene un niño para corroborar que dos materiales iguales siguen siendo
idénticos después de que uno de ellos haya sufrido alguna transformación. Se
realizaron diversos tipos de experimentos sobre ello. El experimento de
líquido, por ejemplo, consiste en verter el contenido de un vaso a una probeta
y preguntar al niño hasta dónde cree que va a llegar el líquido. Seguramente
responderá erróneamente que a la misma altura que en el vaso, porque no ha
tenido en cuenta que las dimensiones del nuevo recipiente (alto y delgado)
influyen en el resultado.
Su conversación se conoce como monólogos
colectivos. representan conceptos desarrollando y utilizando símbolos,
usualmente en forma de palabras.
Son procesos característicos de esta etapa: el
juego simbólico, la centración, la intuición, el animismo, el egocentrismo, la
yuxtaposición y la falta de reversibilidad (incapacidad de conservar
propiedades –de un objeto–).
La etapa preoperacional inicia cuando el niño
comienza a aprender a hablar a los dos años y se prolonga hasta la edad de
siete años. Durante la etapa preoperacional del desarrollo cognitivo, Piaget
notó que los niños no comprenden la lógica concreta y no pueden manipular
mentalmente la información. El incremento del juego en los niños y pretender se
presenta en esta etapa. Sin embargo, los niños aún tienen problemas para ver
las cosas desde diferentes puntos de vista.
El juego infantil se caracteriza principalmente por
el juego simbólico y la manipulación de símbolos. Tal juego es demostrado en la
idea de que las fichas de damas fueran galletitas, piezas de papel que son
platos, y que una caja es una mesa. Su observación de símbolos ejemplifica la
idea de jugar con la ausencia de los objetos reales involucrados. Al observar
secuencias de juego, Piaget fue capaz de demostrar que, alrededor del segundo
año, una clase cualitativamente nueva de función psicológica ocurre, llamada
Etapa Pre-operacional.
La etapa pre-operacional es dispersa y lógicamente
inadecuada para considerar operaciones mentales. Los niños son capaces de
formar conceptos estables así como creencias mágicas; sin embargo siguen sin
ser capaces de realizar operaciones (tareas que el niño puede hacer mentalmente
'más bien' que físicamente). El pensamiento en esta etapa es aún egocéntrico,
lo que significa que el niño tiene dificultad en ver el punto de vista de
otros. La etapa preoperacional se divide en dos subetapas: la etapa de la
función simbólica, y la subetapa del pensamiento intuitivo.
La subetapa de la función simbólica es cuando los
niños son capaces de entender, representar, recordar, y crear imágenes de
objetos en sus mentes sin tenerlo frente a ellos.
La subetapa del pensamiento intuitivo es cuando los
niños tienden a formular las preguntas de "¿Por qué?" y
"¿Cómo?". Esta etapa es cuando los niños lo quieren saber todo.
Subetapas
preoperacionales:
La importancia del periodo preoperacional y después
de la función semiótica o también llamada función simbólica es fundamental en
nuestro desarrollo de aprendizaje entre el primer año de vida hasta los dos
años, y es así porque tiene relación directa con el inicio de la existencia
para el bebe de los objetos, el espacio, la casualidad y el tiempo. Como primer
inicio más específico de la existencia de los objetos, se da a los 18 meses en
adelante.
·
Subetapa de la función
simbólica
Desde los dos años de edad los niños se ven usando
símbolos para representar modelos físicos del mundo a su alrededor. Esto se
demuestra mediante el dibujo de su familia, en el cual las personas no son
dibujadas a escala o cuando sin precisión en los rasgos físicos. El niño sabe
que no son exactos pero no parece ser algo de importancia para ellos. Una de
las cosas más destacables de la subetapa de la función simbólica es que durante
esta la persona empiezan a formarse una imagen de los individuos que les rodean
y empiezan a buscar el significado de los objetos y de todo lo que les rodea en
su entorno.
·
Subetapa del pensamiento
intuitivo
Entre los cuatro y los siete años de edad, los
niños tienden a volverse muy curiosos y hacer muchas preguntas, comenzando el
uso del razonamiento primitivo. Emerge el interés de razonar y buscar conocer
porqué las cosas son como son. Piaget la llamó "subetapa intuitiva"
porque los niños se dan cuenta de que tienen una vasta cantidad de
conocimiento, pero no se dan cuenta de cómo lo han adquirido. Centración,
conservación, irreversibilidad, inclusión de clases, e interferencia transitiva
son todas características del pensamiento preoperacional.
3. Estadio de las Operaciones Concretas
De 7 a 12 años de edad. Cuando se habla aquí de
operaciones se hace referencia a las operaciones lógicas usadas para la
resolución de problemas. El niño en esta fase o estadio ya no solo usa el
símbolo, es capaz de usar los símbolos de un modo lógico y, a través de la
capacidad de conservar, llegar a generalizaciones atinadas.5Alrededor de los
6/7 años el niño adquiere la capacidad intelectual de conservar cantidades
numéricas: longitudes y volúmenes líquidos. Aquí por 'conservación' se entiende
la capacidad de comprender que la cantidad se mantiene igual aunque se varíe su
forma. Antes, en el estadio preoperativo por ejemplo, el niño ha estado
convencido de que la cantidad de un litro de agua contenido en una botella alta
y larga es mayor que la del mismo litro de agua trasegado a una botella baja y
ancha (aquí existe un contacto con la teoría de la Psicología de la Gestalt).
En cambio, un niño que ha accedido al estadio de las operaciones concretas está
intelectualmente capacitado para comprender que la cantidad es la misma (por
ejemplo un litro de agua) en recipientes de muy diversas formas.
Alrededor de los 7/8 años el niño desarrolla la
capacidad de conservar los materiales. Por ejemplo: tomando una bola de arcilla
y manipulándola para hacer varias bolillas el niño ya es consciente de que
reuniendo todas las bolillas la cantidad de arcilla será prácticamente la bola
original. A la capacidad recién mencionada se le llama reversibilidad.
Alrededor de los 9/10 años el niño ha accedido al
último paso en la noción de conservación: la conservación de superficies. Por
ejemplo, puesto frente a cuadrados de papel se puede dar cuenta que reúnen la
misma superficie aunque estén esos cuadrados amontonados o aunque estén
dispersos.
4. Estadio de las Operaciones Formales
El sujeto que aún se encuentra en el estadio de las
operaciones concretas tiene dificultad en aplicar sus conocimientos o
habilidades, adquiridos en situaciones concretas, a situaciones abstractas. Si
un adulto le dice "no te burles de él porque es gordo... ¿qué dirías si te
sucediera a ti?", la respuesta del sujeto en el estadio de las operaciones
concretas sería: YO no soy gordo. Debido a la incapacidad de considerar a nivel
de pensamiento dos variables a la vez, o por el hecho de no haber accedido a la
noción de conservación, antes del estadio de las operaciones formales un sujeto
podría, por ejemplo, pensar que tras ordenar su maleta, esta pesará menos
porque tiene más espacio libre.
De acuerdo con esta teoría, desde los 12 años en
adelante el cerebro humano estaría potencialmente capacitado para las funciones
cognitivas realmente abstractas, puesto que ya estarían afianzadas todas las
nociones de conservación, existiría la capacidad para resolver problemas
manejando varias variables, la reversibilidad del pensamiento ya se puede
manejar en forma simultánea y se podría así acceder al razonamiento hipotético deductivo.
A este conjunto de características del pensamiento adulto Piaget las llamó
«estadio de las operaciones formales».
·
Equilibración de las
estructuras cognitivas
Las tres clases de equilibraciones, son el
resultado del progresivo ajustamiento de la asimilación y acomodación, que
ocurren de manera espontánea o intuitiva por tanteos sucesivos eliminando los
fracasos y reteniendo los éxitos; pero en la medida que el sujeto busca en
ellas una regulación, es decir tiende a obtener una estabilidad coherente, se
hace necesario entonces utilizar las exclusiones de forma sistemática,
asegurando solo el equilibrio con una exacta correspondencia de afirmaciones y
negaciones.
«La Equilibración progresiva, es un proceso
indispensable del desarrollo, un proceso cuyas manifestaciones se modificarán
en cada estadio en el sentido de un mejor equilibrio tanto en su estructura
cualitativa como en su campo de aplicación» (La Equilibración de las
estructuras cognitivas. Problema central del desarrollo, Piaget, 1975).
************************************************************************************
PARA MÁS INFORMACIÓN:
👇🎥
Teoría Psicogenética de Jean Piaget
No hay comentarios.:
Publicar un comentario